Kim Stanley Robinson dibuja el futuro de una de las ciudades más importantes del mundo anegada por el agua.
Año 2140. El agua ha sumergido la ciudad de Nueva York. Los habitantes se han adaptado a la nueva situación y la ciudad sigue tan bulliciosa y llena de vida como siempre. Aunque trastocada para siempre. Cada calle se ha convertido en un canal, cada rascacielos en una isla. A través de los oj...