María Micaela (Chela) Stradolini revisa un arcón de papeles y fotos, objetos de un exilio que dan cuenta del monstruo en el que se ha convertido. Ella, que nunca fue nada de nadie, ni siquiera puede quebrarse frente a la muerte de Luis, su gran amor imposible. La memoria la arrastra a su infancia de niña bien, superdotada, demasiado flaca, y demasiado "oscurita" para el gusto nacional y aburguesad...