Creía que estaba a punto de acariciar el cielo, de cumplir el único sueño por el que había luchado durante años, por el que dejé a un lado a mi familia e incluso mi vida amorosa. ¡Deseaba que todo el mundo supiera quién era Giulietta¡
Para ello me abrí hueco en la industria de la moda y allí me encontré con Andrew, un tiburón de Wall Street. Lo reconocí al instante; un afamado mujeriego, pero par...