Después del éxito internacional de su colección de artículos de la Segunda Guerra Mundial, Stig Dagerman fue enviado a Francia con la misión de continuar esta tarea periodística. En cambio, se refugió en un pequeño pueblo francés y en el verano de 1948 creó lo que sería su novela más personal, conmovedora e impactante: Niño quemado.
Ambientada en un barrio de clase trabajadora en Estocolmo, la hi...