«Lo primero que había que precisar era esto: Realmente, ¿qué era lo que estaba en crisis? Yo no estaba dudando de mi fe, ni de mi vocación primera de servir a mis hermanos con todas las fuerzas de mi ser. Tampoco era una crisis respecto a mi pertenencia a la Iglesia católica, a la que tanto le debo y en la que he vivido y viviré feliz. No era una necesidad emocional que se aplacara con un cambio d...