Una carta de amor de Máximo Huerta a la literatura y un homenaje a todas las librerías
"El pueblo, dormido en la memoria durante años, despertó para mí (...) Doña Leo, mi perra, a tirones, me llevaba de un sitio a otro, saludando árboles y esquinas que ya empezaban a ser de nuevo familiares por habituales; el micro mundo del sofá y la cama se ofrecía nuevo en cada plaza (...) Una mañana de no sé q...