«Durante los últimos meses de su vida, mi madre fue perdiendo su memoria, recayó en su infancia. Convertida de golpe en una niña pequeña, después en una joven recién casada, mi madre empezó a hablar, a confesar, invocando a (los) vivos y (los) muertos. El amor filial, fuerte y apasionado, se ve a veces envuelto en el pudor y los sobrentendidos. Al revelar su pasado, mi madre se liberó de una vida ...