El 4 de marzo de 1977, horas después de recibir el primer ejemplar de su hoy emblemática novela ¡Que viva la música!, el caleño Andrés Caicedo se suicidó con sesenta seconales. Tenía 25 años.
Escritor precoz y gestor de movimientos culturales fue, por sobre t odo, un fanático del cine. Cinéfilo-cinépata-cinéfago, lo llama Alberto Fuguet, quien viajó a Cali, su ciudad de nacimiento, para rastr...
El 4 de marzo de 1977, horas después de recibir el primer ejemplar de su hoy emblemática novela ¡Que viva la música!, el caleño Andrés Caicedo se suicidó con sesenta seconales. Tenía 25 años.
Escritor precoz y gestor de movimientos culturales fue, por sobre t odo, un fanático del cine. Cinéfilo-cinépata-cinéfago, lo llama Alberto Fuguet, quien viajó a Cali, su ciudad de nacimiento, para rastr...