Unas gigantescas olas de color aguamarina marcan el ritmo de toda visita a la costa central del Pacífico mexicano, una tierra de extraordinarias playas y puestas de sol. Aquí se dan todos los clichés tropicales: comer marisco bajo techos de palma, refrescarse con un agua de coco en una hamaca y tomar cócteles junto a la piscina de un resort de lujo. La vida nocturna es trepidante y hay playas para...