El mundo no se acabó en el 2000. Ni en 2006. Pero tal vez ahora sí.
El fin de los tiempos está cerca, dragones y PRIranosaurios se retuercen de rabia, no habrá gel milagroso ni arca de la alianza partidista, perdón, celestial, que detenga los pasos del "Mesías"; es más, no habrá presupuesto para el siguiente sexenio gracias al (des) gobierno de Peña ajena. Retumban los cielos para advertir: lo qu...
El mundo no se acabó en el 2000. Ni en 2006. Pero tal vez ahora sí.
El fin de los tiempos está cerca, dragones y PRIranosaurios se retuercen de rabia, no habrá gel milagroso ni arca de la alianza partidista, perdón, celestial, que detenga los pasos del "Mesías"; es más, no habrá presupuesto para el siguiente sexenio gracias al (des) gobierno de Peña ajena. Retumban los cielos para advertir: lo qu...