«Área de psiquiatría infantil: el lugar tenía mala fama, un refugio para los casos perdidos, el último recurso de unos padres que ya no sabían qué hacer con sus hijos; nadie los llevaría allí si pudiera evitarlo, si no fuera una situación desesperada o si no lo hubiera ordenado un juez de menores. A pesar del estigma y de la leyenda negra, lo cierto es que la unidad solo era un ambulatorio, no más...