La paternidad dejó hace tiempo de ser un acto fortuito. Antes se aprendía con el día a día, con la experiencia y se salía adelante como buenamente se podía. Hoy no. Hoy ser padres es una decisión tomada a conciencia, planificada al detalle, que requiere de formación continuada y que debe ejercerse con responsabilidad, presión constante y miedo al fracaso. La paternidad se ha profesionalizado.
Y es...