Si se cierran los ojos y se piensa en un lugar paradisíaco, viene a la mente una playa de arena finísima acariciada por aguas color topacio con verdes montañas y grandes rocas detrás. Suena a publicidad, pero es lo normal en Seychelles. Pero si se busca algo más que broncearse o la típica luna de miel, el archipiélago ofrece un buen número de distracciones: paseos por la jungla y el litoral, excur...