¿Para qué necesitamos hoy día a Sócrates, si vivimos inmersos en una revolución tecnológica que promete cambiar el mundo de arriba abajo, si lo nuevo ha sustituido a lo bueno en el orden de nuestros valores? ¿Para qué Sócrates si la confianza en que el pensamiento crítico nos haría más libres, más justos y más buenos parece estar dando paso a la frustración de que no hay manera de dejar atrás nues...