No es azaroso que Simón Soto sitúe su primera novela en el Matadero, ya que la historia que quiere narrar no es sino la del Cabro, Mario Leiva, y cómo habría sido su origen delictual en ese mundo violento y machista, que, como aquel otro relato señero de Esteban Echeverría, de alguna manera nos muestra las diferencias entre un mundo civilizado y otro bárbaro. Quizás eso es lo que representan las f...