Inmersos en las redes sociales, estamos más conectados que nunca a muchas personas y más desconectados que nunca de todas. Es hora de recuperar el control sobre nuestras relaciones y de ordenarlas para cuidar las que de verdad nos importan y deshacernos de las que nos sobran. Está en juego nuestra felicidad porque las relaciones personales hacen que seamos más o menos felices.
Somos la generación ...
Inmersos en las redes sociales, estamos más conectados que nunca a muchas personas y más desconectados que nunca de todas. Es hora de recuperar el control sobre nuestras relaciones y de ordenarlas para cuidar las que de verdad nos importan y deshacernos de las que nos sobran. Está en juego nuestra felicidad porque las relaciones personales hacen que seamos más o menos felices.
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