Si hay un momento en el que todos los seres humanos somos iguales, por encima de cualquier diferencia cultural, económica, geográfica o religiosa, ése es el de la muerte. La mayoría de las religiones y pueblos han equiparado a la muerte con un viaje que el difunto, entre peligrosas aventuras, tendrá que atravesar hasta llegar a ese otro mundo... el más allá. Pero, ¿en qué consiste ese inevitable t...