* «¡Está loco! —pensé—. ¿Por qué dice que estoy muerto? Yo me encuentro perfectamente, no me hecho nada. No siento ningún dolor, sino sólo un gran sentimiento de paz. En aquel instante, me sentí proyectado hacia arriba, hacia el cielo, hacia el infinito... A mi alrededor había sólo tinieblas y vacio... En cierto momento, la oscuridad se deshizo, rasgada por una claridad que aumentaba a medida que ...