
Marisa que borra
Con ternura y fantasía, este relato de Canela nos recuerda que, a veces, que para borrar lo que no nos gusta solo hace falta un poco de imaginación.
Marisa hace la tarea sin ayuda, sin ganas. Mientras su mamá trabaja en la computadora, mira la hoja, garabatea en el margen… y entonces, se enciende una idea: ¡TIIIIN! Sus ojos chispean y su imaginación la lleva muuuy lejos. A veces inventa juegos. Ot...
Con ternura y fantasía, este relato de Canela nos recuerda que, a veces, que para borrar lo que no nos gusta solo hace falta un poco de imaginación.
Marisa hace la tarea sin ayuda, sin ganas. Mientras su mamá trabaja en la computadora, mira la hoja, garabatea en el margen… y entonces, se enciende una idea: ¡TIIIIN! Sus ojos chispean y su imaginación la lleva muuuy lejos. A veces inventa juegos. Ot...