Una joven granadina es encarcelada en 1831 por haber mandado bordar la bandera que servirá de insignia a una insurrección liberal. Le prometen la libertad si delata a sus jefes, pero, al negarse, es condenada a muerte y ejecutada.
Una joven granadina es encarcelada en 1831 por haber mandado bordar la bandera que servirá de insignia a una insurrección liberal. Le prometen la libertad si delata a sus jefes, pero, al negarse, es condenada a muerte y ejecutada.