La maquila es la parte de cereal que se queda el molinero por su trabajo de convertir el grano en harina con las piedras molineras que mueve el agua del río: la solera y la volandera. Su giro incansable bien podría representar el ciclo –el círculo– de nuestras vidas, y la maquila, la sisa, las pérdidas que nos vamos dejando hasta llegar al ocaso de nuestra existencia. Este es el molino del abuelo...