Aquellos que han tenido la oportunidad de sostener entre sus manos un manuscrito medieval, no habrán podido evitar verse sorprendidos por la sensación de entrar en contacto directo con un pasado remoto. Tiempo atrás, cuando un libro era una verdadera obra de artesanía y cada copia el resultado de un laborioso proceso, este objeto constituía una obra de arte más que un volátil producto comercial. E...