La lengua es para usarla, no para obedecerla.
Ante la inminente derrota en una discusión por internet, quien lleva las de perder ve una posibilidad para coronarse como (falso) ganador en burlarse de cómo habla su oponente. Pero ¿qué importancia tiene que nuestro registro sea menos formal o que tenga una pronunciación distinta a la establecida, o que se use una proposición que no han recomendado l...
La lengua es para usarla, no para obedecerla.
Ante la inminente derrota en una discusión por internet, quien lleva las de perder ve una posibilidad para coronarse como (falso) ganador en burlarse de cómo habla su oponente. Pero ¿qué importancia tiene que nuestro registro sea menos formal o que tenga una pronunciación distinta a la establecida, o que se use una proposición que no han recomendado l...