"No se puede vivir del amor", canta Calamaro. Y por supuesto, de ese amor no se puede vivir. Para las mujeres ha sido un flagelo. Una razón edulcorada para mantenerlas silenciadas, sometidas, entretenidas, adoradas. Las ha llevado al suicidio y al crimen. Las ha hecho coquetear con la locura. Las ha vuelto vulnerables, mucho más manipulables. Las ha hecho mentir, ocultar, tolerar la violencia. Las...