Una noche de 1767 la luna perdía su resplandor por un tenebroso eclipse, como si fuera cómplice de la oscura operación que iba a ejecutarse. Los soldados de la Corona española se llevaron esposados y encadenados como criminales a todos los padres jesuitas. A escondidas, uno de ellos le entregó algo a una mujer. Mama Antula recibió en sus manos lo que sería el último emblema de la Compañía de Jesús...