Malditos besos: "Lisanka sujetó el caballo y saltó sobre él.
—Debo marchar —dijo a modo de excusa—; ya es muy tarde y papá estará intranquilo.
—¡Vete con mil demonios! —exclamó Pablo, como si mordiera las palabras—. Has iluminado el bosque con tu hermosura, y yo no quiero quedar ciego, muchacha. Vete, sí. Y no vuelvas por aquí, porque es peligroso —adelantó unos pasos, hasta casi rozar con s...