No es maldita la mujer asesinada porque era malvada o perversa, sino porque cayó sobre ella la maldición de ser víctima de un feminicida; maldita porque sobre su muerte se abrieron las horas más trágicas y dolorosas para su familia.
Más de una decena de mujeres es asesinada a diario en México. Y con cada muerte se abre una herida profunda en sus familias que nunca cierra ni deja de doler.
¿Por qué...
No es maldita la mujer asesinada porque era malvada o perversa, sino porque cayó sobre ella la maldición de ser víctima de un feminicida; maldita porque sobre su muerte se abrieron las horas más trágicas y dolorosas para su familia.
Más de una decena de mujeres es asesinada a diario en México. Y con cada muerte se abre una herida profunda en sus familias que nunca cierra ni deja de doler.
¿Por qué...