La obsesión de los conquistadores españoles en los pecados de la carne les impidió comprender los usos y las costumbres de los pueblos indígenas americanos. Esta obsesión, cultivada durante varios siglos en Europa, partió del rechazo cristiano de la idolatría, los sacrificios sangrientos y las relaciones sexuales consideradas "equivocadas" o depravadas.
Muchos historiadores y antropólogos han cita...