«La fama de Sherlock Holmes será tan inmortal como la de Pickwick, don Quijote, Hamlet, don Juan o cualquier otro personaje clásico», dice en 1911 uno de los personajes de esta antología. Por supuesto, su vaticinio se ha cumplido, y prueba de la inmensa popularidad del personaje es que en 1892, J. M. Barrie, el autor de Peter Pan, ya escribía en una revista los efectos de «Mi velada con Sherlock H...