Si existe un juego cómodo, barato y universal, ese es el de los naipes. Lo han practicado desde reyes hasta mendigos, hombres y mujeres, sacerdotes y seglares. Claro que, como en todo juego, cuando hay dinero de por medio, tarde o temprano aparecen las trampas y también la violencia. Es entonces cuando los naipes dejan huella en los archivos, a través de prohibiciones, multas, pleitos y sentencias...