Una historia que nos enseña que no existen errores pasados, ni afrentas, ni injusticias del destino que el amor no sea capaz de vencer.
Jasper Blanchard aceptó de mala gana el encargo de pasear a un estudiante por los alrededores del rancho. Boquiabierto, vio cómo llegaba a la terminal del aeropuerto una rubia de largas piernas. Sam,
el joven empollón que esperaba, resultó ser Samantha. La priori...