Dos personas, trabajadores del Circo Robertson actualmente asentado en Londres, han sido asesinadas. El culpable ha dejado claro que no ha sido accidental, lo ha preparado bien y quiere que se vea su obra, por eso creen que volverá a pasar, no parará.
De todos los agentes disponibles en la Agencia Nacional del Crimen Británica, solo uno podría infiltrarse en aquel lugar sin despertar sospechas, To...