Llegaste hasta aquí pensando que estarías en lo más alto, como en esas escenas que te montabas en tu cabeza con tus colegas de la uni. Pues bienvenido a la realidad: los 30 son muy guays porque ya no eres un niñato y te sientes con recorrido en la vida, pero muy f*ckings porque el sueldazo y el súper piso con terraza en pleno corazón de la gran ciudad están tan lejos como tus veintitantos... Pero ...