Hay un ejercicio de meditación que consiste en mirar el dolor de frente, a los ojos, sin huir de él ni renunciar a él, hasta que se extinga o hasta que sea él quien nos esquive. Los estómagos es eso mismo. Los estómagos es el hogar que ha sobrevivido sereno a la tempestad, un templo donde las leyes de la naturaleza siguen su curso: aquí la gaviota picotea las cuencas de los ojos del cordero que ya...
Hay un ejercicio de meditación que consiste en mirar el dolor de frente, a los ojos, sin huir de él ni renunciar a él, hasta que se extinga o hasta que sea él quien nos esquive. Los estómagos es eso mismo. Los estómagos es el hogar que ha sobrevivido sereno a la tempestad, un templo donde las leyes de la naturaleza siguen su curso: aquí la gaviota picotea las cuencas de los ojos del cordero que ya...