Contento le tendríamos, a Ortega y Gasset, si levantara la cabeza. ¿Se acuerdan de cuando él avisaba de que el problema entre Cataluña y España no se puede resolver, solo se puede conllevar? Desde entonces da la impresión de que los avances han sido vertiginosos: cada vez nos conllevamos peor los unos a los otros. Y los otros a los unos. Porque, vamos a decirlo todo, el problema catalán tiene miga...