Al jefe del ejecutivo no se le crítica ni cuestiona. Así opera la política mexicana. Quienes viven bajo el cobijo del primer mandatario cuidarán hasta el mínimo detalle para no contradecirlo, con la esperanza de ser los próximos en habitar la residencia oficial de Los Pinos, la fortaleza del autoritarismo, donde se desdibuja el futuro de un país azotado por la crisis económica, el narcotráfico y l...
Al jefe del ejecutivo no se le crítica ni cuestiona. Así opera la política mexicana. Quienes viven bajo el cobijo del primer mandatario cuidarán hasta el mínimo detalle para no contradecirlo, con la esperanza de ser los próximos en habitar la residencia oficial de Los Pinos, la fortaleza del autoritarismo, donde se desdibuja el futuro de un país azotado por la crisis económica, el narcotráfico y l...