Leonard Fife se ha labrado durante décadas una prestigiosa reputación como autor de documentales en Canadá, adonde huyó a finales de los sesenta como desertor y prófugo tras negarse a combatir en Vietnam. Esa es al menos la versión oficial, la que desde siempre conocen sus admiradores, para quienes el cineasta es un referente moral irreprochable. Ahora, a sus setenta y ocho años, gravemente enferm...