Hasta hace poco, para los londinenses el Támesis era la enorme barrera entre norte y sur que fue en la Edad Media. Con la aparición de nuevos puntos de interés, la mejora del transporte y el aumento de las zonas peatonales, la tentación de ir al sur se ha vuelto irresistible. El pintoresco Greenwich (pronúnciese "grénich") está lleno de arquitectura señorial, preciosos parques y sobresalientes mus...