Theresa Caputo nos abre la puerta a su mundo compartiendo la habilidad especial que tiene para comunicarse con el más allá. Empezó a sentir la presencia de los espíritus a los cuatro años, pero no aceptó totalmente este don hasta cumplir los treinta y tres.
Llevaba una vida apacible como esposa, madre y ama de casa, pero padecía ansiedad crónica que, como más tarde supo, se debía al hecho de ignor...