Aquel saber que Émile Zola buscaba sobre la posición social del escritor y su día a día en la llana esfera de lo económico sigue siendo un asunto des atendido. Hoy, quienes pueden subsistir a partir de la venta de sus libros son relativamente pocos; de ellos la mayoría sobreviven, con mayor o menor desahogo, gracias a colaboraciones en prensa, traducciones, becas y cursos. Por supuesto, no deja de...