Cuando dos animales políticos son arrastrados por una pasión amorosa solo pueden acabar devorándose el uno al otro.
¿Se enamoran los políticos entre ellos? La respuesta es sí, como sucede en todos los universos de autoficción romántica, tal que hospitales, campamentos de verano, comisarías, oficinas o grandes almacenes. Lo que diferencia al amor en política es que compite a muerte con el ansia d...