El Libro Albedrío es una obra que corre el riesgo a la imperfección, al juego, a la cursilería, al ridículo y un gran etcétera de heterodoxias y desacatos al «canon». En otras palabras, se arriesga a la libertad. Prueba de ello es su falta de género: no es poesía porque nadie sabe qué sea eso, y la prosa tampoco lo encorseta. Es un libro sin cabida en tiempos donde todo se clasifica para poderse d...