La palabra vigilar viene del latín vigere, que significaba “estar en plenitud de fuerzas” para hacer guardias nocturnas. Las vigilantes de este libro son mujeres fuertes hasta en su fragilidad, mujeres entrañables que observan, cuidan y acompañan durante la enfermedad, el embarazo, la alegría y la pérdida. Pienso en este hermoso libro de Elvira Liceaga como un talismán de fortaleza.» Jazmina Barr...
La palabra vigilar viene del latín vigere, que significaba “estar en plenitud de fuerzas” para hacer guardias nocturnas. Las vigilantes de este libro son mujeres fuertes hasta en su fragilidad, mujeres entrañables que observan, cuidan y acompañan durante la enfermedad, el embarazo, la alegría y la pérdida. Pienso en este hermoso libro de Elvira Liceaga como un talismán de fortaleza.» Jazmina Barr...