«Nada como el salmón explica el transcurrir de las mujeres en el deporte. Siempre a contracorriente, aunque le cueste la vida; porque cuando desova no muere, sino que ya puede irse: su semilla está puesta».
De Lilí Álvarez, la primera, en los Juegos Olímpicos de París 1924, al #SeAcabó que un siglo después entonó al unísono la selección femenina de fútbol que se acababa de coronar campeona del mun...
«Nada como el salmón explica el transcurrir de las mujeres en el deporte. Siempre a contracorriente, aunque le cueste la vida; porque cuando desova no muere, sino que ya puede irse: su semilla está puesta».
De Lilí Álvarez, la primera, en los Juegos Olímpicos de París 1924, al #SeAcabó que un siglo después entonó al unísono la selección femenina de fútbol que se acababa de coronar campeona del mun...