Hacer la comida para el almuerzo escolar y la cena familiar, forrar cuadernos, salir corriendo un domingo a la tarde para comprar (¡¿dónde?!) el mapa que se olvidaron de pedir con tiempo, ayudarlos en las tareas y además responder esas preguntas existenciales que te dejan pensando varias horas, cambiar una lamparita, darle de comer al gato, ordenar placares, pintar y jugar con ellos, contarles un ...