Las inquietudes de Cristina:
"El llevaba más de un año observándola. Le llamó la atención desde el primer momento, con aquellos ojos melados, aquel cuerpo esbelto, aquel busto túrgido...
—¿Qué le parece si nos detuviéramos a tomar un café?
Cristina se agitó en el asiento.
—¿Un café? ¿A estas horas?
—Bueno —rio él, campanudo—. El que dice un café, dice una copa, ¿no?
¿Cuándo cenó?...