Algunas ciudades nos resultan conocidas aun sin haberlas pisado jamás. Las "recorremos" en decenas de películas vistas. Otras, que sí visitamos y nos jactamos de conocer al dedillo, se nos presentan, sin embargo, alucinantes o amenazantes cuando pasan por el tamiz del cine. Esto sucede porque en los filmes todo tiene su razón de ser: el guion, los actores, el vestuario y la fotografía son tan cruc...