«Cuando recuerdo mi infancia, me pregunto cómo pude sobrevivir siquiera. Fue, naturalmente, una infancia desgraciada, se entiende: las infancias felices no merecen que les prestemos atención. La infancia desgraciada irlandesa es peor que cualquier infancia desgraciada corriente, y la infancia desgraciada irlandesa católica es peor todavía». Así empieza Las cenizas de Ángela, las memori...