Allá por 1982, Ryszard Kapuscinski empezó a tomar notas sueltas y aparentemente inconexas en torno a lo que sucedía a su alrededor, sazonándolas con grandes dosis de reflexión acerca del destino del hombre y el mundo contemporáneos. No tardó en descubrir que el fragmento no sólo se ajustaba perfectamente a su temperamento de escritor sino que, reunidos en un volumen, aquellos retazos de la realida...
Allá por 1982, Ryszard Kapuscinski empezó a tomar notas sueltas y aparentemente inconexas en torno a lo que sucedía a su alrededor, sazonándolas con grandes dosis de reflexión acerca del destino del hombre y el mundo contemporáneos. No tardó en descubrir que el fragmento no sólo se ajustaba perfectamente a su temperamento de escritor sino que, reunidos en un volumen, aquellos retazos de la realida...