¿Recuerdas que siempre nos han dicho que tenemos un ángel y un demonio hablándonos cada uno a un oído? Una bonita metáfora que explica la realidad. Hemos aprendido a temer al amor. Aquel que susurra en nuestro interior el camino correcto, lo fácil, lo verdadero. Y le hemos concedido al miedo el poder de elección sobre nuestro destino. Distinguir estas dos voces nos permite decidir libremente.
La ...